sábado, 29 de mayo de 2010

Historias...

 Desde el primer paso hasta llegar. Después, el retorno, que no es tal, pues no se vuelve, sino que de nuevo, se va. Es curioso si lo miras así. De hecho, cuando llegue mañana, tendré la eterna sensación de no haberme ido desde que llegué. Está claro que eso del tiempo no está tan claro.

 Ahora, desde la meditación sedente, hago planes. Reviso entre mis recuerdos cómo llegar a tal o cuál piedra y me afano en dibujar mentalmente un plan de vuelo.  


 Rememoro los ocasos, como el cine. La noche en el vivac, el rumor del manantial, estrellas fugaces como fuegos artificiales. Y una colección de recuerdos, de buenos momentos, de charlas con amigos, de elocuentes silencios, de soledades compartidas. 
 Me acuerdo de cuando éramos unos náufragos en el valle glaciar, disfrutando las cenas con indescriptible satisfacción, deleitándonos con el queso de Candelario y el vino "Tiriñuelo", un caldo que a la altitud de 2000 m. se convierte en un auténtico "Vega sicilia". 

 Recuerdo con especial nostalgia aquella vez que fuimos en autobús y cogimos un taxi en Béjar:


- Hola, buenas tardes!
- Hola! Qué hay...(Aquel taxista miraba nuestras colchonetas incrédulo)
- A la plataforma del Travieso, por favor.

 En aquel viaje, era normal la telepatía. Deambulábamos por el valle con un aire tranquilo y algo melancólico. Era la última visita de la temporada arriba. Aquel día, la tormenta acabó con mi lucha en "Atila" ¡Y era el último día de la temporada! Hubo épicos intentos en medio de la lluvia, llover de verdad. Sonaban los truenos más increíbles que he oído en mi vida, la luz azul de la electricidad en el aire, cayendo cercanos los relámpagos. 

 Fue muy mítico aquel café, antes de decidirnos por la huida. Aún lo saboreo. Después, debimos correr como bestias espoleadas por el diablo, con alas en los pies, abrazados por la niebla y apenas sin ver...
 ...y el calor de la taberna, aquella cena que siguió, y la celebración con los vecinos del pueblo para acabar durmiendo en el parque, en la lluvia, protegidos por aquel gigantesco árbol...


 Comin´ back home, brother. I´m coming soon!

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