No hay fotografías. Muchas las imágenes.
Sumido en la contemplación, los pensamientos se suceden sin fuerza.
Estudiando el vuelo de algún pájaro, observando los diferentes planos de luz de este increíble decorado, escuchando el rumor del arroyo...
Aquí es muy fácil enfocar la atención en el presente. Es algo cotidiano, involuntario y natural. Éste es un detalle importante.
Con ese estado mental; el de estar en el ahora; dejo que los pies me guíen. Camino pisando la hierba, escrutando en busca de algún charco traicionero, acoplando el ritmo de mi respiración al relieve, regulando mi paso, calculando las distancias y dibujando el mejor camino. Un peregrinaje constante.
Estar.
lunes, 5 de julio de 2010
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